VIH Ab y Ag - ELISA
La evidencia epidemiológica indica que un agente infeccioso transmitido a través del contacto íntimo, el uso de drogas intravenosas o el uso de sangre o productos sanguíneos infectados conduce al síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Esta enfermedad afecta la inmunidad mediada por células T, lo que da como resultado una linfopenia grave y una subpoblación reducida de linfocitos T auxiliares.
La destrucción de esta población de linfocitos T por el virus provoca una inmunodeficiencia, lo que resulta en una respuesta reducida o deficiente a infecciones posteriores. En consecuencia, las infecciones se vuelven más graves y pueden causar la muerte. En la actualidad, no existe un tratamiento eficaz para el sida. El agente etiológico se ha identificado como un retrovirus, virus de inmunodeficiencia humana tipo 1 (VIH-1). También se ha aislado un tipo de virus de inmunodeficiencia muy relacionado, pero distinto, denominado VIH-2.
Este virus causa una enfermedad que es indistinguible del SIDA. Se ha demostrado que la reactividad cruzada serológica entre el VIH-1 y el VIH-2 es muy variable de una muestra a otra. Esta variabilidad requiere la inclusión de antígenos tanto del VIH-1 como del VIH-2 para el cribado de anticuerpos contra el VIH-1 y el VIH-2. La presencia de antígeno anti-VIH-1 y / o anti-VIH-2 y / o VIH p24 en la sangre indica una posible infección por VIH-1 y / o VIH-2 y, en consecuencia, esta sangre no debe utilizarse para transfusiones ni para fines terapéuticos. fabricación de productos inyectables.